Llevaba años arrastrando un dolor de rodilla cuando hacía rutas de montaña y estaba desesperada, a punto de asumir que no podría hacer según qué rutas. Fui a distintos traumatólogos y ninguno consiguió ayudarme. Hasta que un fisioterapeuta me habló de la importancia de una buena plantilla y me recomendó esta clínica. Gracias a Ortozap no he vuelto a tener ese horrible dolor en la rodilla y puedo volver a disfrutar del deporte que más me gusta. Además, su amabilidad y su trato exquisito hacen que te sientas como en casa.
Laura (Madrid)